Aunque todo el mundo puede sufrir un golpe de calor, los grupos de población más propensos son los ancianos y los niños ya que no compensan la pérdida de líquido por la transpiración y la orina. A continuación explicamos cómo identificar y cómo actuar ante un golpe de calor en ancianos.
Los síntomas de un golpe de calor son relativamente fáciles de identificar. Lo más frecuente es que aparezca dolor de cabeza, un incremento repentino de la temperatura corporal y mareos; además, si se tiene deshidratación, es frecuente que la piel esté seca y haga muchos pliegues.
Ante esta situación, lo primero que hay que hacer es poner a la persona que está sufriendo el golpe de calor a la sombra lo más rápido posible y enfriar los puntos esenciales para la temperatura corporal: frente, nunca y muñecas. Se puede hacer con trapos empapados en agua fría.
Si la persona está inconsciente nunca hay que darle de beber porque se puede atragantar con el agua; se corre el riesgo de pasar del golpe de calor a la neumonía en unos minutos y puede ser un problema muy serio en las personas mayores. En cambio, si la persona está consciente, lo mejor es darle bebidas isotónicas poco a poco, a pequeños sorbos.
El riesgo de las personas mayores cuando sufren un golpe de calor es mayor si sufren algún tipo de enfermedad crónica como demencia o deterioro cognitivo. En estos casos, los ancianos no se acuerdan de beber.
Muy importante hidratarse en verano porque a deshidratación puede descompensar cualquier otra patología de la persona como la diabetes, hipertensión o el colesterol alto.
Atdiorse somos una ortopedia Burgos que te ofrecemos un amplísimo abanico de soluciones técnicas, tanto para personas mayores o con discapacidad.Si tienes cualquier tipo de duda, puedes ponerte en contacto con nosotros de manera rápida y sencilla a través de este formulario; también puedes llamarnos por teléfono si prefieres hablar con nosotros personalmente. Será un placer atenderte y asesorarte.